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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘La aventura de la palabra’: Informe para una Real Academia

Convertido en diálogo, el discurso didáctico y claro con el que Fernán Gómez entró en la RAE se diluye, a pesar de la actuación entregada de Nancho Novo y Marta Poveda

Nancho Novo y Marta Poveda, en una escena de 'La aventura de la palabra'.
Javier Vallejo

Fernando Fernán Gómez, hijo y nieto de cómicos, fue, en 1998, el primer actor en ingresar en la Real Academia Española de la Lengua (RAE). Hasta comienzos del siglo XX, la casi totalidad de los directores de esta institución fundada en 1713 fueron aristócratas. No es descabellado inferir que la tardía incorporación a la RAE de un representante de esos obreros de la palabra que son los actores se debe al sesgo en la extracción social de quienes han compuesto tradicionalmente su cúpula.

Consecuente con su oficio, Fernán Gómez leyó en enero del 2000 La aventura de la palabra, un discurso de ingreso didáctico, ingenioso y muy gráfico sobre el devenir de la oralidad narrativa desde la tragedia griega hasta las teleseries de hogaño. Es una exposición enhebrada con gracia, de manera similar a un artículo suyo en el que un provinciano llegado al Madrid del setecientos descubría ese ritual festivo fascinante que fueron las representaciones en los corrales de comedias.

El discurso del ingreso a la RAE de Juan Mayorga, en mayo de 2019, titulado Silencio, vino a contrapuntear, complementar y contestar en cierta medida la disertación de Fernán Gómez sobre la palabra hablada. Mientras el autor de El viaje a ninguna parte pone el foco sobre el acto de enunciar, Mayorga llama la atención sobre la relevancia de los momentos en los que no se habla. Silencio, llevado al teatro por el propio Mayorga, fue un soliloquio exitoso por lo efectista en el cual Blanca Portillo no interpretaba al autor madrileño, sino que se alejaba de él: en su personaje había un guiño manifiesto al protagonista de Informe para una academia, un simio humanizado por Franz Kafka.

La figura femenina es la encarnación de La Palabra, pero al comienzo de su diálogo con el académico en ciernes nos trae a la memoria a Emma Cohen, actriz que fue su pareja durante décadas

No creo que el discurso de Fernán Gómez, por ser la suya una personalidad tan extremada, pueda ponerse en boca de un personaje interpuesto, como se hizo con el de Mayorga. Juan Carlos Pérez de la Fuente, director de la función, ha optado por darle el papel del comediante dramaturgo a Nancho Novo, actor que se asemeja a su personaje por su envergadura, su rostro longilíneo y su carácter fuerte. Raúl Losánez, autor de la versión, ha intentado teatralizar el discurso repartiéndolo entre Novo y una figura femenina que dice ser la encarnación de La Palabra, pero que al comienzo de su diálogo con el académico en ciernes nos trae a la memoria a Emma Cohen, actriz que fue su pareja durante décadas.

Convertido en diálogo entre el autor y una ambivalente criatura femenina, el discurso pierde su claridad expositiva, se convierte en un puzzle y en ocasiones llama a equívoco. Lo que Fernán Gómez le dijo a su audiencia académica adquiere muy otro carácter cuando se lo dice a una mujer. Los efectos teatrales que funcionaban de miedo en el montaje de La señorita de Trevélez que Pérez de la Fuente hizo hace unos meses en la sala grande del Fernán Gómez, en esta íntima sala pequeña están de sobra. Nancho Novo y Marta Poveda defienden su trabajo con fe, uñas y dientes.

La aventura de la palabra

Texto original: Fernando Fernán Gómez. Versión: Raúl Losánez. Dirección: Juan Carlos Pérez de la Fuente.

Intérpretes: Nancho Novo y Marta Poveda.

Teatro Fernán Gómez. Madrid. Hasta el 22 de junio.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.
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